Las últimas noticias sobre lo que está ocurriendo en Libia desde el pasado domingo son un tanto confusas. De ellas siempre se destaca la más que inminente caída del Estado Libio, pero se evita hablar de los 5mil muertos civiles que las autoridades libias reconocen ha causado el bombardeo de la OTAN en la ciudad de Trípoli.
La OTAN, una de las tantas herramientas militares de la “comunidad internacional”, se ha convertido en la forma más eficaz de los estados miembros –son 28 y entre ellos españa– para conseguir sus fines políticos y económicos, ya sea con la acción militar directa (Libia) o con sus mecanismos de “pacificación” (Afganistán, Irak o Kosovo).
Concretamente en Libia la OTAN, con su secretario general Anders Fogh Rasmussen al frente, está contraviniendo su propio compromiso de asumir la resolución emitida en marzo por Naciones Unidas cuando en marzo se hizo con el control de las operaciones. En dicha resolución se instaba a la creación de una zona de exclusión aérea y la toma de todas las medidas necesarias para proteger a los civiles libios. En principio estas medidas estaban llamadas a garantizar el avance y la victoria rebelde, protegiendo a la población ante los “inminentes” bombardeos del Estado Libio. Con un espacio de exclusión aérea y con las acciones de bombardeo llevadas a cabo desde el pasado domingo, es el Estado libio quién debe proteger con urgencia a la población civil de la OTAN.
IULV-CA, que surgía en 1986 tras la adhesión del Estado español a la organización militarista OTAN, condena pública y enérgicamente la actuación de sus dirigentes y el proceder cómplice de la comunidad internacional, quiénes han demostrado en estos tres días no tener ningún tipo de escrúpulos a la hora de contravenir a la propia Organización de Naciones Unidas para conseguir sus objetivos políticos y económicos. Por ello seguimos diciendo NO A LA GUERRA.
Manuela Blanco Saavedra
Coordinadora de la Asamblea de IULV-CA
