El origen de todo se remonta a un 28 de Febrero de 2006 cuando Sr. Chávez nombró “Hija predilecta de Andalucía” a la duquesa de Alba, la mayor terrateniente de Andalucía, propietaria de 34.000 hectáreas de tierra y de una incalculable fortuna, que para colmo se viene embolsando cada día 6000 euros en subvenciones, que deberían ser para pequeños agricultores. Frente al lugar donde se celebraba el acto, más de dos mil trabajadores se concentraron para expresar el rechazo a un símbolo que no representa en absoluto al pueblo andaluz, sino a los grandes terratenientes, a la clase aristocrática y a los grandes parásitos sociales de siempre, principales causantes del atraso, del paro y de la emigración de los andaluces. El SOC acusó a la duquesa de contratar trabajadores ilegales y sin derechos en sus fincas después de que Cayetana de Alba llamara “locos” a los jornaleros que protestaban por la concesión de la medalla de Andalucía.
Siendo este el motivo de la denuncia de la Duquesa y después de haber impuesto con anterioridad una fianza de 3000 euros con el consecuente embargo de sueldo y vivienda de Diego Cañamero para hacer frente a este importe, su abogado presentó una rebaja de la acusación a la inicial de 100.000, a otra de 100 euros. El motivo es que no pretendían solicitar dicha cifra (100.000 euros) de indemnización, que considera excesiva, pero, por un error de transcripción en su denuncia se añadieron esos tres ceros de más. Quedando a esperas del resultado final del Juicio.
Durante el desarrollo del mismo y a pesar de celebrarse en la capital del Estado Español, unos 300 manifestantes del SAT y de otros sindicatos de Cataluña, Madrid y Asturias se congregaron en el Juzgado. Acompañando a uno de los compañeros del SOC-Almonte acudieron a título personal varios de los componentes de la asamblea local de IU así como la coordinadora local de la misma Francisca Mondaca Coronel. Se corearon lemas como “todos somos Diego Cañamero”, “esta pelea la vamos a ganar”, “no somos terratenientes, no somos banqueros, somos andaluces, somos jornaleros” y “Chávez y Zapatero, embusteros”.
El fin fue manifestar el descontento ante la continua persecución por la vía penal que se está llevando contra el sindicalismo desde el sistema judicial de la democracia capitalista.



Fuente Inf. SAT
Fotografía. Antonio Periánez Orihuela.
