Si una diferencia hemos sentido todos los almonteños desde el pasado 11 de junio –apoyándose en la posterior formalización legal el 24 del mismo mes– en comparación con legislaturas anteriores, es la existencia de un espacio político libre, vivo y dispuesto a llenarse de contenido político. Pero aún así hay quienes niegan y critican esta realidad.
Los que hoy manifiestan que no existe vida política en nuestro municipio olvidan lo que ellos hicieron y falsean la realidad. Durante el tiempo que permanecieron en el poder, los que ahora dicen que no hay contenido político en los plenos acabaron con todas las competencias posibles del mismo, y todos los temas importantes eran decididos por la Comisión de Gobierno. Así restaban debate político de los Plenos, lo que ellos temían, a pesar de que tenían mayoría absoluta y siempre ganarían las votaciones. Pero no sólo acabaron con el debate político en la primera institución municipal, pues gracias a los mecanismos de coerción que ejercían sobre su extensa red clientelar agarrotaba al ciudadano. Con ello el debate en la calle o con los vecinos era inexistente, e incluso un tema tabú y temido por todo aquel que pudiese verse comprometido política y laboralmente.
Con estas declaraciones estamos siendo testigos de una enorme contradicción política, en el discurso y las formas, de un “partido” que en 20 años no le ha dado oportunidad a la política, demostrando que carecen de la "ideología" que dicen ejercer. Un “partido”, que eliminó la política del Pleno y de la calle, no puede decir que actualmente la vida pública almonteña carece de contenido político, máxime cuando la realidad y los hechos que vivimos desde el 11 de junio nos muestra que pasamos por momentos de efervescencia política que hacía tiempo no se sentían en Almonte. Momentos que se están consiguiendo erradicando todos aquellos factores político-administrativo –como las competencias que el Pleno delegaba en la Comisión de Gobierno– y de coerción, que limitaban la vida política de Almonte.
Ni que decir tiene que se dan ahora, como nunca se habían dado, las circunstancias y el contexto más oportuno para vivir una intensa actividad política en Almonte. Sí, porque el contenido político lo deben aportar los partidos y las organizaciones. Y si actualmente dicen notar poco contenido en los Plenos, que valore lo que su “partido” ha aportado políticamente a Almonte y lo que aporta ahora… quizás es ahí donde encuentre la carencia como otros hace tiempo la habíamos notado.
miércoles, 10 de agosto de 2011
El "contenido político" en la vida pública almonteña
