Para Izquierda Unida las
declaraciones realizadas por Gas Natural en la que argumenta que, “su proyecto
de almacenamiento de gas en el subsuelo de Doñana no comporta riesgos sísmicos”,
es una auténtica ‘tomadura de pelo’.
Desde IU-LVCA existe una
preocupación obvia por el proyecto que la empresa, Petroleum Oil & Gas España, está llevando a cabo en el interior
del Espacio Natural de Doñana y por
consiguiente en el Término Municipal de Almonte, así como su petición de ampliación de la actividad extractiva, la concesión para almacenamiento de gas en el
subsuelo, y la ampliación del gasoducto.
En este proyecto no se están
teniendo en cuenta los riesgos existentes para el patrimonio biológico de
Doñana, (contaminación de aguas subterráneas, contaminación de suelos,…), a
ello hay que sumarle que tampoco se están teniendo en cuenta los problemas que
en materia de seguridad pudieran existir.
Los problemas de seguridad que
pueden producirse se pueden observar en casos similares al que se pretende
realizar en el Espacio Natural de Doñana, como es el caso de El Castor, en donde la empresa ACS está provocando multitud de
seísmos debido a la inyección de gas, ocasionando más de 300 en 20 días,
algunos de ellos hasta de intensidad 4,2 en la escala de Richter. Si además
sumamos a la ecuación que nuestra zona objeto de proyecto es una zona de alta
actividad sísmica (tal y como se puede deducir visitando el instituto
geográfico nacional http://www.ign.es/ign/layoutIn/sismoListadoMapasSismicos.do);
la nueva actividad que se pretende llevar a cabo (inyección de gas en el
subsuelo) debería estar totalmente descartada por los potenciales problemas que
pudieran surgir.
Tal y como la empresa Petroleum
Oil & Gas España expone en el proyecto presentado, los huecos
intersticiales donde estaba almacenado el gas, se compactan después de la
extracción, eliminando las oquedades. Las características del suelo de Doñana,
que según el Mapa de Suelos de Andalucía realizado por la Junta de Andalucía en
el año 2005, es arenoso de tipo sedimentario y eólico para la instalación
Marismas 3 y Marismas 3NE (Unidad de suelo 4) y
un suelo de arena fino y medio con capa freática alta con existencia de
acumulación de arcilla con características hidromórficas para la instalación El
Rincón 2 (unidad de suelo 20); confirman que el fenómeno de compactación ocurre,
provocándose de manera inherente tensiones hidrostáticas que aumentarán la
probabilidad de seísmos en la zona. La empresa expone en su proyecto que la
inyección de gas se hará de manera lenta e intermitente, para así minimizar al
máximo el riesgo inherente de la actividad, una actividad que se asemeja en
demasía al tan temido fracking, pues aunque la finalidad no es la misma, ambas
causarán una roturación del suelo, con sus consiguientes problemas
medioambientales y de seguridad.
Para Izquierda Unida existen
argumentos de peso suficientes como para anular el proyecto de Gas Natural en
Almonte. La característica del suelo, el histórico recorrido sísmico de nuestro
entorno, y el reciente antecedente de El Castor, unido a la ferviente defensa
del desarrollo sostenible y nuestro medioambiente, nos posicionan contra el este y otro proyectos
que se pretendan ejecutar. Cualquier argumento en defensa del mismo nos parece
una auténtica tomadura de pelo.
#AlmonteEsLoPrimero
#SalvemosDoñana