Hoy, 8 de marzo de 2014, un año
más desde que la ONU declarase en 1977 este día como destinado a nosotras,
celebramos el día internacional de la mujer. Existen voces que
dicen que esto es una discriminación porque para que fuese igualitario habría
que destinar un día a los hombres. Bien, respeto su punto de vista pero no lo
comparto. Y no lo hago por lo siguiente: Los derechos de los hombres,
por el hecho de tener sexo masculino, no han sido mermados nunca. Han
sido mermados como ser humano, junto a las mujeres, en etapas anteriores a la
existencia de los derechos humanos. Pero no por discriminación de género sino
porque eran pobres, pertenecían a clases desfavorecidas…
Sin embargo la mujer desde el comienzo de los
tiempos ha sido la mula de carga, la que no tenía ni voz ni voto, la que
aguantaba todo el peso del hogar y las palizas de su marido, sin decir esta
boca es mía. Mucho han cambiado las cosas desde que el hombre es hombre. Es
más, el gran cambio fue el del siglo XX. Gracias a mujeres que no se arredraron
en la batalla ahora podemos votar, conducir un coche, abrir una cuenta
corriente, tener la custodia de nuestros hijos, irnos de la casa de nuestros
padres para ir a vivir solas, en definitiva, somos algo más libres.
Sin embargo esto es sobre el papel. Ojo, yo no
creo que hombres y mujeres seamos iguales, somos muy diferentes. En biología,
en hormonas, en emociones, en todo. Pero sí lucho por la igualdad en derechos y
obligaciones. Mi lucha es en mi vida diaria, que es la que más cuesta porque es
la más real.
La lucha por conseguir plena igualdad
tiene que seguir, Es tan profundamente injusto que seamos el 50% de la sociedad
y que, por ejemplo:
- Tengamos que trabajar más que un hombre para ganar lo mismo que él.
- Es tan injusto que la mujer tenga que sentirse en la tesitura de escoger trabajo o maternidad porque las medidas laborales no le permiten otra cosa.
- Es tan injusto que nos quiten el derecho a decidir sobre si queremos ser madres o no.
¡Queda tanto por hacer! Nunca, hasta ser madre he
sido tan consciente de la tremenda trampa en la que estamos metidas las mujeres
que tenemos hijos y tenemos/queremos que trabajar.
Queda mucho por hacer. Muchísimo. No pueden
ignorarnos. Somos muchas, somos la mitad. Y estamos preparadas. A veces incluso
más que ellos. Las estadísticas universitarias no mienten.
Y, por supuesto, seguir luchando contra
la gran lacra visible e invisible de nuestra sociedad: el machismo. Una manera
ancestral de pensar con muchos niveles pero dañinos todos ellos, en cualquier
caso. Un machismo que resurge con fuerza entre las políticas del PP.
Un mensaje muy especial para las mujeres: “Tú
estudia, prepárate y no dependas nunca de nadie…mucho menos de un
hombre…shhhhh”
María Isabel Bejerano
Concejal-Portavoz Grupo Municipal IULV-CA en el Ayuntamiento de Almonte.